Una cocina sin plásticos es una cocina sostenible

 

Una cocina sin plásticos es una cocina sostenible. La cocina es uno de los lugares de la casa, junto con el baño, más difíciles para deshacerse de los plásticos y los residuos innecesarios. Nos los podemos encontrar en todos los lados, desde las bolsas de basura hasta, el papel de cocina, las pajitas, los alimentos sobreenvasados, el film trasparente, el papel de aluminio, y todos los desperdicios alimentarios que generamos.

 

Recuerda las 5 erres y cambia tus hábitos poco a poco

En una cocina normal puedes encontrarte con un millar de cosas que pueden ser perjudiciales para el medioambiente y el objetivo de este post no es en absoluto que te deshagas de todas ellas, recuerda las 5 R, sino que poco a poco puedas ir cambiando tus hábitos de consumo, y conforme se te vayan terminando puedas ir reemplazándolas por cosas que por un lado duren más y por otro no perjudiquen al medio ambiente.

 

¿Cómo lo estamos haciendo nosotras?

En uno de nuestros primeros post os hablamos de nuestra basura, de los residuos que generamos en nuestras casas. Después de más de 4 meses luchando por reducir, rechazar, reusar y sobretodo reeducarnos, hemos conseguido sacar la bolsa de basura amarilla (envases) sólo una vez a la semana, todo un logro para una familia de 4 personas con 2 niños. Y si nosotras hemos podido seguro que tu también.

Analiza

Lo primero que hicimos cuando empezamos, fue analizar todo el plástico y cosas reemplazables por otras más sostenibles que teníamos en nuestras cocinas. Os ponemos una foto, porque es difícil describir todo lo que nos encontramos y hasta que no te paras a pensar y lo ves todo junto no eres consciente:

 

Después nos hicimos una lista de todo lo que podríamos reemplazar y que se ajustaba a nuestro estilo de vida, así de primeras no puedes hacer un cambio radical, debe ser progresivo y ajustarse a tus necesidades. Si te cuesta mucho cambiar es probable que en poco tiempo vuelvas a tus viejos hábitos. Nosotras, conforme se nos iban terminando las cosas íbamos buscando alternativas sostenibles.

Reconocemos que de algunas de ellas no hemos conseguido todavía encontrar alternativa, pero estamos en ello, ya os iremos contando.

 

Reemplaza

Bueno, pues, después de 4 meses el resultado ha sido este (pasa con las flechas y descúbrelo):

Hemos conseguido reducir nuestro consumo de alimentos sobreenvasados

Realizando nuestras compras a granel y en comercios de proximidad, donde podemos llevar nuestros envases y bolsas.

Ya no utilizamos papel de cocina

Cuando se nos terminó el papel de cocina empezamos a utilizar papel de bambú que es reutilizable. Puedes lavarlo hasta 20 veces y después quedártelos como trapos.

Ya no utilizamos film transparente ni papel de aluminio

Lo hemos sustituido por papel de cera de abeja (también lo hay de soja si eres vegano/a), bolsas de silicona y bolsas para bocadillo reutilizables.

Las bolsas de basura

Las compramos recicladas, aunque nos gustaría hacer nuestro propio compost (todo se andará ya os lo contaremos)

Nuestro café

Ahora lo hacemos en cafetera de émbolo o french press. Así evitamos los filtros de papel y las cápsulas.

Más cosas caseras

Nos hacemos nuestras propias mermeladas, incluso estuvimos un tiempo haciendo nuestra propia mantequilla, pero al final no salía a cuenta y decidimos buscar una kilómetro cero y envuelta en papel. También nos hacemos nuestro propio pan, galletas, yogures, todo lo que podemos y para lo que nos da el tiempo.

La vajilla de los niños

Encontramos una vajilla de bambú estupenda para nuestra hija de un año. No pesa y no tiene peligro de romperse, además de ser más sostenible.

Servilletas de tela

Ya no utilizamos servilletas de papel, sino de tela. Volvemos a las viejas costumbres.

Estropajo y detergente

Cuando se nos rompió nuestro último estropajo lo sustituimos por uno de Lufa (un material natural y que no desprende microfibras) y un cepillo de madera. Y de detergente utilizamos una pastilla de jabón de Alepo.

Y podríamos seguir.

A veces para tener una cocina sin plásticos y más sostenible es necesario ser un poco creativo, jajajaja, y acabas utilizando cosas que ni te imaginabas o reutilizando otras que tenías ya preparadas para tirar.

Y tu ¿estás dispuest@ a hacer el cambio? ¿por dónde quieres empezar? Cuéntanoslo y te ayudamos.

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Escrito por Clara

Hola, soy Clara, la mamá de Olasostenible. Desde hace años mi inquietud por el cuidado y la conservación del planeta ha ido creciendo y estoy convencida de que con muchos pocos y una comunidad unida lograremos llegar a cambiar muchas cosas.

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